28 dic 2015

Consecuencias del Dios externo y necesidad de un nuevo mito

"Hay un Dios, que es el modelo a imitar. Es un Dios externo, que está en lo alto, por encima de nosotros. Este modelo da lugar a un modelo social vertical que afecta a todos los campos del quehacer humano. Desde aquí se justifica que algunos, pocos como Dios sólo hay uno, estén arriba y tengan más poder o poder sobre los otros que están abajo. Desde aquí se puede comprender también cómo tiene gran valor internamente en uno todo aquello que está en lo alto, personajes de distintos campos que están en lo alto de la pirámide social, que tratamos de imitar y que sentimos que tienen más valor que nosotros, incluidos nuestros ámbitos.

El que sea externo tiene otras consecuencias. Entre ellas, que lo que valoramos es externo también. Y en este sistema tiene valor quien más bienes tiene, quien sobresale sobre el otro en lo tangible o quien tiene más prestigio... Además supone también que la moral implantada sea externa, con reglas externas que afectan a lo personal y también a cualquier actividad social.

Este Dios es juez y castigador, y se resiente cuando los humanos, a los que él ha creado, tratan de ser como él comiendo el fruto del Árbol de la Vida, buscando convertirse en dioses. Como respuesta, como venganza, como castigo los echa del Paraíso, perdiendo aquellos la “unidad perdida”. Serán culpables siempre de aquel “pecado”, de aquello que hicieron, serán culpables por lo que piensen, digan, hagan o dejen de hacer, serán además culpables todos sus descendientes... y serán salvados por alguien, el hijo de Dios, que sacrificará su vida por ellos... y aquí aparece otro valor: el sacrificio, que justifica “vivir en este valle de lágrimas”; en síntesis, justifica el dolor y el sufrimiento, como vías de liberación.

Los castiga también esclavizándolos cuando dice “ganarás el pan con el sudor de tu frente”. Y esto también lo tenemos profundamente incorporado. Si no ¿Cómo es posible que miles de millones de seres humanos trabajen por salarios miserables para sobrevivir a duras penas y no se rebelen? ¿Cómo es posible que las poblaciones “occidentales” miren hacia otro lado, consumiendo sin cuestionarse que lo que consumen es producto de la esclavitud? Y ahora mismo, cuando ciertos colectivos defienden una renta básica universal (38) para todo ser humano por el hecho de haber nacido tal, que le permita cubrir sus necesidades básicas ¿Cómo es que nos resistimos a defender abiertamente tal propuesta, que sería absolutamente liberadora? ¿No será que esta venganza bíblica –con sutiles justificaciones- nos tiene atrapados el pensamiento, el corazón y la acción?.

Ese Dios, apoyándose en ciertos mandamientos, dice lo que es bueno y malo y nada ni nadie queda libre de esa mirada y de ese juicio y, como consecuencia, del castigo que corresponda, castigo que ha de ser público para escarmiento de todos.

Ese juicio permanente lo llevamos en nuestras conciencias. Nuestro mundo interno está teñido por ese juicio sistemático de lo que está bien y lo que está mal en uno mismo y en los otros, y actuamos –aunque a veces sea muy sutilmente- vengándonos, castigando... para “poner las cosas en su sitio”. 44

Desde este modelo vertical, acepto que me “castiguen” o “castigar”, según si estoy arriba o abajo. El mismo mecanismo que me puede permitir también ver cómo si alguien “cae” internamente para mí, no valoro o no me importa su castigo.

Todo y todos quedan teñidos por esa división, por esos bandos de buenos y malos. Queda dividido, teñido nuestro mundo interno y queda teñido el mundo externo, todo el tejido social. Los bandos están instalados y, por tanto, la “guerra”, la violencia, la imposición de unos sobre otros... y la justificación de todo ello para que el mito siga vivo.

Pero este mito que opera en nuestras vidas va cayendo y en esa caída se ha ido externalizando aún más. El racionalismo y el individualismo a ultranza corresponden con las últimas etapas de este mito y son la expresión de la desconexión con lo Sagrado que hay en cada uno.

¿Cómo no sufrir y generar sufrimiento en un medio, en el que está rota la relación con los otros, en el que para tener éxito y ascender en la escala social has de aislarte del otro o aislarlo, en el que se justifica cualquier acción para conseguir ese objetivo: en quedar “por encima” del otro como sea?. ¡Qué desconexión de la experiencia de lo humano en uno mismo y en los otros!.

Esta forma gobierna nuestras conciencias y nuestro mundo de relaciones, decíamos. Es el sistema, es la cultura en la que vivimos, esta cultura occidental que ha invadido el planeta entero, a la que aludiera tan claramente Silo en Grotte39. Nos guste o no, es así. Tan es así que la hemos incorporado a nuestros proyectos más queridos, a los que sin darnos cuenta hemos llevado los bandos, los juicios y los castigos.

Y mientras no fracasemos a esta forma mental, a este modelo, difícilmente podremos incorporar en nosotros otro paisaje interno que se manifieste afuera. Es desde aquí que, para mí, toma otra profundidad aquella frase de Silo cuando dice que “mi Mensaje es para los que llevan el fracaso en su corazón40.

Aceptar en profundidad que hemos fracasado y comprender que no hay culpables, nos puede permitir que internamente se desmonte este armado, y se incorpore en nosotros otra forma mental, otro Mito que ya está presente, que se está desplegando y del que, por tanto, no podremos observar todo su vuelo.

De este nuevo mito, rescatamos algunas pinceladas. Es un Mito que habla de un ser humano que pone la referencia adentro, en el registro, en una dirección que le lleva hacia una creciente unidad interna buscando la trascendencia inmortal, sabiendo que lo mortal y lo inmortal son manifestaciones de lo mismo. Un ser humano que busca no oponerse a la evolución de las cosas, no forzar ni oponerse a una gran fuerza, comprender que todo está bien cuando marcha en conjunto (los distintos aspectos de su vida pero también cuando va bien la vida de quienes le rodean, cuando toda la humanidad vaya bien); un ser humano para el que todos los momentos y situaciones que le tocan vivir –y que no elige tantas veces- son positivos, le enseñan algo; que no niega el placer cuando a nadie perjudica; que disfruta de cada momento cuando hace algo que siente que ha de hacer pero sin esperar resultados; que va a la raíz de los problemas; que busca hacer desde la libertad interna, que pone como máximo valor tratar al otro como quiere ser tratado, que comprende que aquellos bandos en los que le toca vivir no los ha elegido, como no los han elegido quienes están en bandos opuestos... que considera que sus acciones válidas van acumulándose poniendo la base para la trascendencia.

Este mito explica que la forma mejor para liberarnos es ayudar a otros a eliminar la contradicción, el dolor y el sufrimiento en el que viven.

Es un mito que habla de no imponer a otros nuestro modo de ver las cosas porque esto es violentarlos y violentarnos, y de no aislar al otro, entonces.

Es un mito que habla de que no hay culpables, por tanto nos libra de estar juzgando y castigando, si fuera el caso, los comportamientos o expresiones de los otros y de nosotros mismos.

Es un mito que propone un sistema social horizontal, que corresponde con una forma mental que se agranda hacia adentro de la conciencia con el mismo volumen con el que se expande afuera, construyendo un mundo interno y externo en el que se experimenta esa máxima Siloista de “nada por encima del ser humano y ningún ser humano por encima de otro”.

Un modelo que ve al hombre y su relación con el mundo en estructura. Es un modelo que une, inclusivo y no violento, en el que todos sus miembros son necesarios para el Todo. Cada cual desarrollando su función, ni mejor ni peor unas u otras si van en una dirección humanizadora, sino todas aportando su nota a la gran obra de la Vida, proponiéndonos que nos pongamos en disponibilidad para que el “otro” desarrolle al máximo y del mejor modo posible su “Propósito” y cada cual el suyo." 

Notas:

37 El judaísmo, cristianismo e Islam comparten mito y hunden sus raíces en Hammurabi. Para más información al respecto, recomendamos ver la charla de SILO en Grotte: https://www.youtube.com/watch?v=VzbAA3xco6w y la lectura de la monografía sobre Venganza, Violencia y Reconciliación de LUZ JAHNEN. Parque Schlamau. 2014.
38 www.redrentabasica.org/
39 SILO hablando con amigos en Grotte (Italia) 8/05/2008. Enlace: https://youtu.be/VzbAA3xco6w
40 SILO. Charla sobre “El espíritu y la opresión”. Valparaíso (Chile). 22 de Enero de 1969.

Tomado de: 
Juana Pérez Montero:  juanaperezmontero@gmail.com 
Centro de Estudios Parques de Estudio y Reflexión Toledo 
Septiembre 2015

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