1 dic 2015

El acceso a lo Profundo en el Siloismo

Fragmento de la monografia: "El estilo de vida", de Maxi Elegido, Agosto de 2011. melegido@gmail.com Parques de Estudio y Reflexión, Punta de Vacas. www.parquepuntadevacas.org

El acceso a lo Profundo está pautado en la Escuela Siloísta en cuatro disciplinas, que tienen procedimientos diversos. No es el interés de este trabajo centrarse en los procedimientos sino en sus registros y significados.

Como se explica en el material de Las Cuatro Disciplinas lo que es común en todas son los registros esenciales que se obtienen. Esto permite el intercambio sobre la ascesis sin mayores inconvenientes.
Las cuatro disciplinas permiten el acceso al mundo de los significados. El intercambio con otros indica que los significados develados tienen mucho que ver con el Propósito fijado.
Como sabemos el proceso está pautado en doce pasos, divididos en tres cuaternas de cuatro pasos cada una(7)
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En la primera cuaterna entro al mundo de los significados, recorro y activo las zonas de mi espacio de representación(8). En la segunda cuaterna saco los elementos añadidos, pegados a la activación de la primera cuaterna. Vacío mi espacio de representación de  contenidos… y de tensiones(9). En la tercera cuaterna, ya activado y sin añadidos, con resolución, introyecto o proyecto el Propósito.
Esta tercera cuaterna es el núcleo de la ascesis, comunica los espacios, lo personal y lo social, uno y el mundo. Comprendo que el mundo no es el problema sino parte de la solución (10)
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Para formar la secuencia del trabajo con la Ascesis busqué los momentos más significativos de la Disciplina: los registros que más me activaron en la primera cuaterna, los momentos en los que tuve más vacío o relajación en la segunda, y me centré en la tercera cuaterna.
Esta construcción, con la práctica y repetición, como una suerte de auto-transferencia, se va simplificando más que complejificando(11). Los indicadores que tomo son la expresión del Propósito y la disminución de las tensiones permanentes. La resolución en cada práctica me acerca al estado de trabajar la ascesis “como si fuera la última vez”, tratando de alcanzar un tono alto y sin tensiones.

Los significados aparecen después del trabajo, vienen acompañados de traducciones, de imágenes. Observo si ha habido modificación de registros, si el mundo lo percibo con variaciones o coincidencias. Esta labor la experimento parecida a la del arqueólogo. Al principio es un hueso, una piedra, una moneda, estos objetos son similares a otros, pero  mirándolos con detenimiento percibo diferencias esenciales. Con descubrimientos posteriores puedo reconstruir, en base a estos restos, signos o una escritura, y es posible develar una cultura o una civilización. La ligazón de los significados es el Propósito, es la unión que me permite seguir develando, es el trasfondo que me avisa de si me desvío o de si avanzo.

Ocurre que en la ascesis se tienen experiencias importantes con registros novedosos que tienden a ser priorizados por encima de los significados. Por ejemplo, si uno ha tenido una zona del espacio de representación anestesiada por mucho tiempo, puede pasar que al volver a transitarla ésta se active, dándome registros muy satisfactorios para mí. Estos registros van acompañados posteriormente por comprensiones importantes. Si priorizo el registro sobre la comprensión, puede suceder que en ocasiones posteriores vaya buscando esas mismas sensaciones. Pero esa zona ya se ha activado, va integrándose con el resto, y tenderá a no dar esas señales. Pasa lo mismo con un músculo “dormido”. Al activarlo da señal muy clara al comienzo, para luego normalizarse. En el ejemplo descrito me guío sobre todo por la comprensión realizada.
Las tensiones permanentes disminuyen y contrariamente a lo esperado se producen desencajes. El tono de trasfondo que uno tiene habitualmente es de tensión, y si éste se va modificando lo experimento al comienzo con inseguridad, como una pérdida de identidad. Es algo así como “yo soy mis tensiones” Aquí el mundo ayuda, como veremos en el estilo de vida, pues es corroborando en el mundo un estado diferente como se fija, y puedo seguir avanzando en la ascesis. El Propósito empieza a ser más tangible, el corazón empieza a des-anestesiarse, de la profundidad hay algo que empieza a radiar suavemente pero con potencia creciente. Un nuevo centro. Uno se va desprendiendo de tensiones, de sensaciones, de la mirada, de la perspectiva, todo se aquieta, se silencia, me desapego, me entrego. Busco pero no espero nada, voy siendo acogido.

Esto, dicho en un párrafo parece fácil, pero no lo es, como bien saben los que se ponen a la tarea. Ir a lo Profundo sin llevarse nada es paradojal. Pareciera que distenderse es querido por uno, pero mis tensiones son una parte de mí de las que no quiero desprenderme, me dan identidad, son el motor de muchos de mis intereses. Si hablamos de “sensaciones” la cosa se complica, sobre todo si son placenteras. Las miradas, la perspectiva -más intangible y volátil- complican el asunto.

Lo puedo llamar perspectiva o copresencia o trasfondo. Vemos artistas que evidenciaban estas “atmósferas” en sus cuadros. Así, Rembrandt pintaba la luz, Velázquez el aire o Leonardo la insinuación. Descubrir la perspectiva copresente que opera en mis miradas tiene de interés que permite aflojarla.

Esta entrada, este desequilibrio, o leve trance, o suspensión del yo, no lo controlo yo. Pero puedo quererla profundamente y crear condiciones para el tránsito. Pero la construcción sigue adelante, algo va desarrollándose mientras la contracción disminuye.

Al finalizar el trabajo de ascesis retomo la vigilia habitual requerido por mi cuerpo, por el mundo. Percibo registros que no estaban antes, surgen imágenes que me llevan a algún lado pero lo que quiero captar son los restos del mundo de los significados. Me ha costado el no preguntarme si he llegado o no a lo Profundo, creo que la expectativa es de las tensiones más difíciles de aflojar. Lo que es cierto es que después de trabajar pulcramente y con resolución la ascesis, cuando busco modificaciones en mí, las encuentro. Creo que esto es lo esencial, y experimento que estos significados vienen de lo Profundo, no estaban antes.

Observo qué modificaciones ha habido cenestésicas y kinestésicas. A medida que se trabaja se percibe como el espacio de representación y la cenestesia, pueden ampliarse. Y según va despejándose la kinestesia de tensiones y sensaciones se facilita el acceso a la profundidad (12). Habrá que verificar estos registros en el mundo. En lo profundo el tiempo es diferente al de calendario. El tiempo sagrado, eterno y detenido, sin forma, siempre deja un lío a la conciencia. Mi conciencia trata de estructurarlo pues se entrecruzan futuro, presente y pasado. Cuando surgen imágenes donde están los tres tiempos, o sentimientos que fueron, son y serán, es el aviso de un significado a develar. Intuyo que este Tiempo me trasciende y antecede, altera la conciencia y la transforma. Hay que verificarlo… pero voy paso a paso.

Hoy es una gran alegría, otro día es una suave lucidez que conecta todo, ayer tomo conciencia de lo humano que hay en mí. Estos registros unidos con otros van develando los modelos profundos, que a su vez son síntesis de significados. El Guía interno, La Pareja ideal, La Protectora de la Vida… son ejemplos de esto(13)
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Estas síntesis de significados, se componen de varios registros. Por ejemplo, el Guía interno me da fuerza, sabiduría y bondad, pero a su vez hay una forma, un “tipo” de fuerza, un “tipo” de sabiduría(14) y así siguiendo. Además, me alienta en mis aspiraciones, me protege y me impulsa en una dirección.

Y hay modelos que construyo con significados que se van develando, como el Modelo Social, donde se sintetizan significados con características personales. El Propósito se des-envuelve. Lo social y el mundo son de gran ayuda para la verificación, construcción y fijeza de estos registros y significados.
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Notas:
7. Es complejo ver las equivalencias entre las disciplinas paso a paso, y además no tiene por qué ser coincidente, pero en general si puedo captar lo común que produce cada cuaterna, y se describe un posible ordenamiento de registros que es el que he seguido.
 8. El paisaje de formación creó en mí un comportamiento de evitar unas zonas del Espacio de Representación y priorizar otras. No hablo sólo de unos comportamientos de avance o retroceso frente al impedimento, sino de una sensibilidad que se activa cuando se activan los intereses, o porque los puedo alcanzar, o porque creo que peligra su consecución.
 9. Para poder relajarme tenso previamente, y cuando produzco distensiones profundas puedo llegar a representarme la propia muerte. La muerte, el vacío y la distensión están muy relacionados. 
10. Antecedentes de la Disciplina Morfológica, Mariana Uzielli (Anexo, pág. 96): “Al observar mi conducta en el mundo pude reconocer cómo se manifiesta mi espacio de representación en la vida y la vuelta de lo mismo: la vida o el espacio de representación de los otros influyendo o devolviendo mi acción y cambiando mi medio interno para bien o para mal. He aquí un ejemplo: en una ocasión, sin siquiera proponérmelo, al estar en una reunión, pude ver mi comportamiento como si lo viera de afuera, desde los otros y pudiendo casi “sentir” el registro de los otros frente a mi comportamiento.
 11. Las primeras veces del trabajo en transferencias, el paisaje era barroco, recargado, muchas tensiones que se traducen en imágenes. Después, el paisaje es más limpio. No es que se pierdan contenidos, se integran y se gana en profundidad. 

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